22 may 2012

Agatha ♥

Ensimismada en tu inocencia miras el mundo con asombro, no entiendes, o quizás si, tus grandes ojos marrones me observan con atención, me tocas los ojos, los labios, las manos, la nariz, todo aquello que te hace sentir curiosidad. Aún recuerdo cuando dijiste por primera vez "mamá" con una pena enorme, aun siento tus patadas dentro de mi, aun puedo decir que eres parte de mi cuerpo. Te amo tanto, no sé si tu lo haces o lo harás en el futuro solo sé que nunca te dejaré sola, nunca te abandonaré, siempre te protegeré del mal y nunca pero nunca dejaré que te hagan daño, eres mi tesoro mas preciado, mi Diamante, una mina de oro, tu corazón es infinitamente inmenso, tienes una bondad que brota de los poros, eres la persona mas maravillosa que he conocido en mi vida, No te cambiaría por nada del mundo, si tuviera que volver a elegir, te elegiría nuevamente y en el mismo momento; Déjame abrazarte por el resto de tu infancia que luego tendré que dejarte volar para que emprendas tu viaje hacia la independencia; por ahora te disfruto que para eso ya queda un largo tiempo... Agatha... Mi vida, mi luz, mi razón.

2 oct 2011

Sosteniéndote en mis brazos ♥~

Hace algún tiempo que ya no escribo... por alguna hermosa razón... mi vientre abultado cada día crece más y más...sentirte en mi vientre es lo más precioso, tus golpecitos, tus movimientos bruscos, las contracciones; cuando ibas a llegar yo ya sabía desde antes que llegaba la hora de verte, las ansias de tenerte en mis brazos cada día son inminentes a la vez el miedo de perderte me grita y me hace llorar... algunas veces pienso que no te merezco, que eres demasiado buena para tenerme a mi como tu madre... pero pienso y me digo a mi misma; Dios no me habría regalado algo tan lindo si no estuviese preparada. Te amo con todo lo que se llama vida, sin ti no existo; no soy. Se supone que los padres creamos a los hijos, les damos vida, tú eres diferente... tú me llenaste de luz y me trajiste a la vida otra vez, esos ojitos que me miraron y que me dieron el cielo, la tierra, el mar y el universo, esos ojitos que me miran una y otra vez y me recuerdan por qué sigo viviendo, por quien debo ser fuerte y por quién daría la vida. Alguna vez me dije a mi misma que no sería feliz, pero aunque esté a punto de caer al abismo, miro hacia un lado y ¿Quién está ahí sonriendo, y moviendo sus bracitos y piernecitas para alegrarme una vez más y secarme las lágrima? Tú.. siempre tú... eres mi felicidad, algún día espero que leas esto, y te des cuenta de lo mucho que te amo, que te adoro. Ahora sólo resta disfrutarte, amarte y enseñarte lo hermosa que es la vida a tu lado. Te sostengo en mis brazos y mientras más te miro más te amo, mientras más te hablo más te amo, mientras pase el tiempo te amaré con mi vida, te protegeré y daré mi vida si es necesario, y nunca, pero nunca bajaré los brazos, por ti, mi amor, mi hija, Ágatha.

14 nov 2010

SSSNN ♥



Sensaciones similares a encontrar_
se en estado de éxtasis

Simultáneamente me sentí en el
paraíso y sobre mi un ángel
indescriptible

Sentir la calidez de tu cuerpo
rozando el mio, expeliendo tu
suave aroma sensual y excitante
me hizo sentir de una forma inexplicable

No quiero nunca dejar de sentir tu cuerpo.

No quiero que nos separemos ni que nuestro amor se termine

Gracias por hacerme feliz

3 nov 2010

·-·-·-· Diecisiete de Junio del dos mil diez ·-·-·-·

Un día cálido, rojo... de verano, el solo no brilló en toda la faz del cielo; El viento sopla llevando mi cabello hacia adelante, tú estás tras de mi, abrazándome, besaste mi mejilla sin dejar de abrazarme y diciendo que era lo máximo, sin soltarme me hiciste arrumacos con ternura, el rubio trigo del suelo nos acariciaba la piel, me decías "te amo, te amo mi vida..." Y me apretabas contra tu pecho como si fueses a perderme en ese mismo instante, pero el sol se puso y ya no podremos estar más juntos, pero me queda el consuelo de que mañana sí y para siempre... ♥

8 jul 2010

~ Siempre tú serás...



Siempre tú serás
de todos mis recuerdos
Mi única verdad.

Siempre tú serás
de toda mi amargura
mi felicidad.
Siempre tú serás mi libertad,
mi risa mi sed, mi realidad,
mi calor mi miel, mi claridad,
mi inexpugnable soledad.


Si vuelves a mi,
será porque la yerba no quiere crecer.
Si vuelves a mi,
será porque las aves no quieren volar.
Si vuelves a mi, habrá que hablar.
Si vuelves a mi, habrá que hacer
que los cimientos se construyan ya,
habrá que hacer que la razón nos deje de ordenar,
habrá que hacer que des un poco más,
habrá que hacer que la inmortalidad
se haga verdad en nuestra piel.

Si quieres volver,
amarte a la niña ojitos de bondad.
Si quieres volver,
Tendrás que abrir tus alas, conocer el mar.
Si quieres volver, quiero saber.
Si quieres volver, vamos a ver
a que la tierra se puede besar,
vamos a ver a que el ayer se puede compartir,
vamos a ver que si no es, ya pronto lo será,
vamos a ver a que el cielo podremos abrir;
que ya no quiero llorar más.

Siempre tú serás
de todos mis recuerdos mi única verdad.
Siempre tú serás
de toda mi amargura mi felicidad.
Siempre tú serás mi libertad.
Siempre tú serás, una ves más
aquella flor que riegue en mi jardín,
una vez más aquella luz que me haga sonreír,
una vez más la sangre de mi corazón,
una vez más la lagrima que me partió
y que tu sombra disolvió.

Si te vas de mi,
verás que sobre ti mi piel se quedará.
Si te vas de mi,
verás que mis espinas te coronarán.
Si te vas de mi, ya llorarás.
Si te vas de mi, verás mi nombre
como un sueño entre la oscuridad,
verás las flores que en los campos se marchitarán,
verás que solas las esquirlas crecerán,
verás que pronto en tu pecho quedará
la inconsolable realidad.

19 jun 2010

ánimas secas

Secos, como hojas otoñales... fríos como brisa invernal, pero cálidos como estos corazones primaverales latiendo mil veces por segundo, no es tan simple como parece, nunca me gustó mentir y tampoco necesité de ellas, ahora que somos una más las odio, más me gustaba ser sincera aunque doliera. Cómo me gustaría poder separar mi alma de mi cuerpo y pasar la noche a tu lado, observándote dormir, besar tus sueños, bendecir tu paz y sacrificar mi vida por tu amor, por tenerte aunque sea invisibles; ¿Porqué todo es tan injusto? Maldito invierno, lo amo.

18 jun 2010

Como huelen las rosas


A veces se me olvida como huelen las rosas... pero ¿recuerdas nuestra primera rosa? ¿recuerdas todo lo que nos escondimos ese día porque nadie sabía? Oh mi vida, el olor a ti sigue presente en mi... no me olvido de todo lo que hemos pasado, ahora que tu presencia terrenal no está aquí siento que muero... pero aún hay una luz ¿hay esperanza? si, siempre la hay. Ayer vi la rosa algo destartalada, sucia, con las hojas gastadas, pero hay un detalle, aún la tengo y eso la hace especial ¿no? Ojalá esta rosa durara para siempre... como lo irrompible que es nuestro amor, como lo inmune que se mantiene la llama bajo la tormenta. rosas hay muchas pero no como la mía... no quiero que me regales más... sólo quiero una cuando estemos realmente juntos, tranquilos y sin miedo... quiero una en símbolo de nuestra fortaleza y nuestra unión. Hoy ya no vi la rosa, espero que tú si.

~Lluvia; te amo


Hoy llovió como nunca, no se si fue por mis lágrimas o sólo el mal tiempo. Caminando por la calle sin sentido de nada, soy un acto incoherente más de este mundo gélido; seré una sombra de la sociedad, cuando sienta deseos de gritar, perderé mi voz, cuando sienta ganas de mirar perderé la visión y cuando sienta deseos de estar allí, contigo, sentiré que mis pesares se han ido y que no tengo nada malo en mi vida. Hoy me tomé un café sabor vainilla, estaba malo, me quedó dulce, pero me acordé de esas largas conversaciones que teníamos en el teléfono, yo tomando té afuera y tú, comiendo uvas verdes que te hacían enfermar. Hoy llovió como nunca, no se si fue por mis lágrimas o sólo el mal tiempo.

La soledad de las flores ~ Rolf Carle



Te quitabas la faja de la cintura, te arrancabas las sandalias, tirabas a un rincón tu amplia falda, de algodón, me parece, y te soltabas el nudo que te retenía el pelo en una cola. Tenías la piel erizada y te reías. Estábamos tan próximos que no podíamos vernos, ambos absortos en ese rito urgente, envueltos en el calor y el olor que hacíamos juntos. Me abría paso por tus caminos, mis manos en tu cintura encabritada y las tuyas impacientes. Te deslizabas, me recorrías, me trepabas, me envolvías con tus piernas invencibles, me decías mil veces ven con los labios sobre los míos. En el instante final teníamos un atisbo de completad soledad, cada uno perdido en su quemante abismo, pero pronto resucitábamos desde el otro lado del fuego para descubrirnos abrazados en el desorden de los almohadones, bajo el mosquitero blanco. Yo te apartaba el cabello para mirarte a los ojos. A veces te sentabas a mi lado, con las piernas recogidas y tu chal de seda sobre un hombro, en el silencio de la noche que apenas comenzaba. Así te recuerdo, en calma.

Tú piensas en palabras, para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciera al contarla. Yo pienso en imágenes congeladas en una fotografía. Sin embargo, ésta no está impresa en una placa, parece dibujada a plumilla, es un recuerdo minucioso y perfecto, de volúmenes suaves y colores cálidos, renacentista, como una intención captada sobre un papel granulado o una tela. Es un momento profético, es toda nuestra existencia, es todo lo vivido y lo por vivir, todas las épocas simultáneas, sin principio ni fin. Desde cierta distancia yo miro ese dibujo, donde también estoy yo. Soy espectador y protagonista. Estoy en la penumbra, velado por la bruma de un cortinaje translúcido. Sé que soy yo, pero yo soy también este que observa desde afuera. Conozco lo que siente el hombre pintado sobre la cama revuelta, en una habitación de vigas oscuras y techos de catedral, donde la escena aparece como el fragmento de una ceremonia antigua. Estoy allí contigo y también aquí, solo, en otro tiempo de la conciencia. En el cuadro la pareja descansa después de hacer el amor, la piel de ambos brilla húmeda. El hombre tiene los ojos cerrados, una mano sobre su pecho y la otra sobre el muslo de ella, en íntima complicidad. Para mí esa visión es recurrente e inmutable, nada cambia, siempre es la misma sonrisa plácida del hombre, la misma languidez de la mujer, los mismos pliegues de las sábanas y rincones sombríos del cuarto, siempre la luz de la lámpara roza los senos y los pómulos de ella en el mismo ángulo y siempre el chal de seda y los cabellos oscuros caen con igual delicadeza.

Cada vez que pienso en ti, así te veo, así nos veo, detenidos para siempre en ese lienzo, invulnerables al deterioro de la mala memoria. Puedo recrearme largamente en la escena, hasta sentir que entro en el espacio del cuadro y ya no soy el que observa, sino el hombre que yace junto a esa mujer. Entonces se rompe la simétrica quietud de la pintura y escucho nuestras voces muy cercanas.

-Cuéntame un cuento–, te digo.
-¿Cómo lo quieres?
-Cuéntame un cuento que no le hayas contado a nadie.